por Luis Bravo Villarán (08 de diciembre 2009)
¿Cómo buscarían de solucionar –o intentarían mitigar- Obama y su equipo económico (compuesto por prominentes ex banqueros) la situación creada por quienes manejaron -y continúan manejando- el Sistema Financiero y que son los originarios de la mega-crisis de proporción aún no sincerada, cuya primera burbuja –la hipotecaria- reventó un año atrás?
Muy simple. Los dineros del “rescate” con que la Reserva Federal compró los activos tóxicos (derivados hipotecarios basura) para evitar la quiebra del sistema bancario americano (y por arrastre, del global) serían usados por esos bancos “rescatados” –y por los otros “favorecidos”- para comprar bonos del Tesoro Americano (esos que sirven de tasa de referencia para medir el riesgo de las distintas economías).
De esa manera cual “círculo virtuoso”, los bancos “quebrados” -cuyos balances se volvieron saludables- ahora devolverán el dinero emitido (para rescatarlos) a las arcas de la FED, cambiándolo por bonos del tesoro; no sin antes dejar en el camino, premios en la forma de jugosos bonos por performance a los banqueros y sus ejecutivos, por tan brillantes resultados obtenidos en el 2009, que les permite mostrar buenos balances para seguir danzando en sus ya conocidos esquemas, aprovechando la desregulación del sistema aún no corregida.
Como quiera que para ello la base monetaria (dinero más cuasi-dinero) se ha duplicado en el último año, esta sería una forma de recoger circulante y mitigar la sobre-emisión. Pero al lado está el súper-déficit presupuestal americano de $1.4 trillones, que el dinero que se recuperaría de los bancos vía la compra de los bonos del tesoro, naturalmente no alcanzará a financiar.
Además, la deuda total (pública + privada) de los EE.UU. es del orden de 370% del PBI; el pueblo norteamericano está sobre-endeudado (hipotecas, tarjetas de crédito etc.), el desempleo se ha elevado y no hay capacidad para continuar demandando a pesar que los intereses bancarios están bajísimos; y como consecuencia los bancos no tienen a quien prestar el dinero que hoy les sobra.
Encima, con las tasas tan bajas, no hay atractivo para los inversionistas; y es así que con la enorme cantidad de dólares circulando en el sistema, los mercados de valores están en un nivel de sobre-valuación; por tanto, no resultan un refugio seguro porque en el peligroso camino a la estanflación (ojalá se evite), los activos subyacentes que soportan los títulos que se transan, se vuelven improductivos y por tanto su valor no guardará correlato con las expectativas de rentabilidad y sus derivados (recuerden que se continuarían en los mismos esquemas) no tendrán valor.
Entonces, ¿qué les queda por jugar dentro de los esquemas convencionales?; posiblemente una alternativa es que la FED (Reserva Americana) tendrá que crear más dinero para comprar deuda (retro-alimentación dentro del mismo sistema, equivalente a dar marcha atrás a la solución, rompiéndose el “círculo virtuoso”); así los bancos tendrán aún más dinero sin poderlo prestar y el resultado sería más desempleo a la vez de mayor inflación, por causa y a pesar de la diminuta tasa de interés.
La situación paradójicamente, sería:
Sobreoferta de dinero /desempleo / (–) colocación relativa de créditos / (–) demanda / (–) producción vg (–) oferta / (+) desempleo / (+) especulación / (+) precios = ¿estanflación?
El “círculo virtuoso” se convertiría en “círculo perverso”, pues en el tránsito a ese indeseado escenario, el “casino global” sobrevivirá, la timba continuará y entonces ¿qué puede sobrevenir?: ¿acaso la crisis de las “corporativas”?; ¿el colapso de los mercados secundarios?; ¿el desvanecimiento de valor del dólar? … ¿el colapso del capitalismo del dinero …?
Problema para los economistas, que ojalá puedan evitar lo que amenaza en venir.
Tal vez pueda emerger de todo esto -y con una nueva dinámica- el capitalismo de los medios de producción ubicando el dinero donde debe quedar, como “medio de intercambio” y no como el (fin) objetivo último de los hombres …; entonces podremos evolucionar de la globalización mercantilista de hoy (el casino global), hacia un nuevo sistema de globalización sustentable basada en la cooperación competitiva (desarrollo con inclusión en base a clusters modernos que salen a competir en libertad, dentro de marcos promotores debidamente regulados), como salida para la reconstrucción de una post-guerra en que primero perdió aquel socialismo extremo de antes de la caída del muro de Berlín y que luego –hoy o muy pronto- pierde el capitalismo salvaje del modelo (neo) liberal.
Nota.- la información -y datos- de base para este artículo, ha sido extraída de una entrevista al ex subsecretario del Tesoro del gobierno de Reagan, Paul Craig Roberts.
LBV