viernes, julio 01, 2005

30. “La Bio-economía es el Nuevo Paradigma - 1”, por René Passet.

La bio-economía es el nuevo paradigma de la ciencia económica: El proceso económico se descubre como una extensión de la evolución biológica


La bio-economía no debe ser entendida como una aproximación económica a lo viviente, sino como una aproximación « viviente » a la economía. La economía es una actividad de transformación calculada del mundo que tiene como finalidad satisfacer, de la mejor forma y con el mínimo de medios audazmente combinados, las necesidades humanas. La economía interviene en tres niveles : transformación y cálculo (lo económico estrictamente hablando) el nivel humano, que es para el que se efectúa la transformación, y el nivel natural, que es el que se transforma y el que engloba materialmente a los anteriores.

Estos tres niveles son interdependientes y la reproducción del económico implica al de las sociedades humanas y al de la naturaleza. Sin embargo, la evolución del pensamiento dominante, desde el siglo XVIII, se efectúa a rebufo de esta interdependencia : de la reproducción subordinada al Orden Natural (Physiocrates, siglo XVIII), se pliega sucesivamente a la lógica del capital (Ricardo XIX°s.), después al equilibrio de mercado planteado como finalidad (Walras, finales del S.XIX), antes de reducir los tres niveles a la única lógica de la economía (Economía generalizada Becker, 1977), es decir, de su subsistema financiero (neoliberales contemporáneos).

Son los heterodoxos los que plantean la apertura de este esquema. Apertura en primer lugar a lo humano, cuando en el siglo XIX aparecen las desastrosas consecuencias sociales del sistema liberal. Los socialistas humanistas (Sismondi, Proudhon, más tarde Jaurès...), señalan que la economía se inscribe en el nivel humano y que la fuerza de trabajo no debe ser considerada independientemente de la persona. En la segunda mitad del siglo XIX, Marx y Engels analizan las contradicciones que conducen a un sistema que sacrifica a los hombres y se autodestruye para engendrar otra sociedad diferente.

Alerta ecológica
Apertura también a la naturaleza, cuando los mismos autores muestran cómo « la producción capitalista (...) no hace sino agotar los recursos originales de cualquier riqueza : la tierra y los trabajadores » (El Capital). Sin embargo, es después de las primeras grandes catástrofes ecológicas de finales del siglo XX cuando se impone la cuestión del Medioambiente.

En 1972, el Primer Informe al Club de Roma plantea la cuestión de los límites del crecimiento. Más tarde, en 1987, el Informe Brundtland pone en evidencia la aparición de degradaciones globales (agujero en el ozono estratosférico, efecto invernadero, reducción de la biodiversidad) que amenazan a los mecanismos reguladores de la naturaleza. Desde entonces, el problema se plantea a nivel de la biosfera, en el sentido de sistema de interdependencia auto-regulada (Vernadsky, 1926) y emerge la cuestión del desarrollo sostenible.

Por parte del análisis económico, en 1957 un artículo precursor de Bertrand de Jouvenel permanecía incomprendido; en 1966, un pequeño texto revolucionario de Kenneth Boulding compara la gestión de los recursos limitados del planeta a la de una nave espacial lanzada al espacio ; en 1968, Hermann Daly afirmaba el estatuto de la economía como ciencia de la vida ; en 1971 Howard Odum formaliza la dimensión energética de los fenómenos socioeconómicos ; en 1987, J-M Naredo re-sitúa la evolución del pensamiento económico en su contexto natural y humano ; en 2000, J-P. Maréchal sintetiza la cuestión de la humanización de la economía.

Desarrollo económico y biosfera
Sin embargo, es en 1971 cuando el libro fundamental de Nicholas Georgescu-Roegen « The entropy law and the economic process» efectúa el avance decisivo, que consiste en insertar el desarrollo económico en el flujo energético de la biosfera. Después, dos artículos, todavía clásicos, del mismo autor (1975-76 y 1978), abordan específicamente la bio-economía. Jacques Grinevald e Ivo Rens desempeñarán un papel fundamental en la difusión y profundización de su pensamiento.

« El proceso económico, dicen G-R, no es sino una extensión de la evolución biológica y, por consiguiente, los problemas más importantes de la economía deben ser abordados desde esta perspectiva ». La especie humana se ha dotado de instrumentos artificiales, verdaderos órganos « exosomáticos » (Alfred Lotka), sin los cuales no puede vivir. Estos órganos multiplican sus capacidades, pero refuerzan su dependencia respecto a los recursos minerales y naturales necesarios para construirlos y hacerlos funcionar.

En consecuencia, « la termodinámica y la biología son las antorchas indispensables para iluminar el proceso económico (...) La termodinámica porque nos demuestra que los recursos naturales se agotan irrevocablemente, la biología porque nos desvela la verdadera naturaleza del proceso económico. » El autor se refiere a la termodinámica de Carnot (1824), que ilustra con el ejemplo del sistema cerrado que constituye un reloj de arena : la cantidad total de materia-energía en el interior del reloj de arena no varía, pero la cantidad de arena que se vacía mide lo que se llama la « entropía del sistema ». De la misma forma, si la Tierra no intercambiara nada con el resto del universo, sería un sistema cerrado.

Según una cuarta ley de la termodinámica propuesta por G-R, la degradación se extiende de la energía a la materia : cuando el carbón arde, la energía se disipa y « la materia se disipa también, de tal maneta que sólo puede ser utilizada una vez ». En ecología « el almuerzo cuesta siempre más de lo que vale » porque en ningún sistema humano, no pudiendo tener un rendimiento del 100%, toda transformación del medio natural se acompaña de una degradación irreversible de los recursos. Una actividad industrial sin polución es una imposibilidad absoluta ; ningún reciclaje integral puede ser concebido, no hay recurso « renovable ».

Continua

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