lunes, noviembre 21, 2011

Todavía el suelo está parejo, pero … (Crisis en los EE.UU.)
por Luis Bravo Villarán (10 de Agosto 2011)

La Deuda Nacional de los EEUU al final del 2010, era del orden de $13.3 billones (83.1% del PBI en términos corrientes); su previsión para este año 2011, era de $14.3 billones ($1 billón más que al año anterior).
La autorización del Senado Americano es para incrementar ese límite en $1 billón más; es decir ir a $15.3 billones a fines del 2011; e incrementar $1.2 billones a $16.5 billones en el 2012.
El reloj de la Deuda Nacional de los EE.UU. en el preciso momento que se escriben estas líneas marca $14.6 billones, en aumento.
Simultáneamente se deben dar recortes presupuestales del orden de $0.917 billones  este año y de $1.5 billones en el 2012, de modo de compensar en estos dos periodos, el sobre-endeudamiento.
Antes de la aprobación del Senado, la evolución del déficit de los EE.UU., era como se muestra a continuación:
Se nota claramente el reflejo de la crisis del 2008, que continúa en el 2009, 2010 y 2011, de picos de menores ingresos y mayores gastos fiscales sin precedentes; así como la proyección correctiva.
La reclasificación de de los EE.UU. de AAA a AA+ preocupa, pero no es fatal para que las bolsas reaccionen como reaccionaron el último lunes. Todo parece guiado –una vez más- por quienes tienen el poder de especular, saliendo del mercado mediante realización a determinados niveles de precios, para luego re-ingresar comprando a menor precio, haciendo ganancias en corto periodo.
Lo realmente preocupante es que a fines del 2007, la burbuja aparente de derivados (en ese momento con énfasis en los derivados hipotecarios), era del orden de $2,100 billones; revienta la burbuja hipotecaria en el 2008 y en el 2009 se rescatan $700 billones, dejando un remanente aparente de burbuja de $1,400 billones. Hacia fines del 2009 (con el frenazo), la burbuja aparente se ubica en un promedio de $1,300 billones.
En el 2010 la danza de derivados continúa, ahora con énfasis los CDS (Credit Default Swaps) principalmente en los mercados europeos (y específicamente con las deudas de Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia) con participación de bancos europeos y americanos; y se cierra con una burbuja aparente promedio de $1,700 billones.
Una referencia (fuente “Center for Global Development”) muestra la evolución al 2006, de las bolsas del mundo v.v. los derivados tranzados en los mercados mundiales:
Aquí está incubada la verdadera crisis mundial. Se plantean las siguientes preguntas:
1.       Qué porcentaje de los derivados tienen respaldo de activos?
2.       Cuál habrá sido la situación en el momento que explotó la burbuja del 2008?
3.       Cuál es la actual situación con la burbuja aparente en incremento con los CDS?
Contestar estas preguntas es clave para dimensionar lo que se viene.
En el Perú, a modo casuístico, sería interesante saber cuál era en el 2008 el nivel de colocaciones de los Bancos peruanos y de las AFPs en los mercados secundarios del dinero y de derivados, timbeando los dineros de los peruanos; y cuál fue el impacto (presuntamente pérdida)?. Esta información no ha trascendido claramente, pues se ha manejado de manera reservada. Si el impacto ha sido negativo como parece, ¿se ha aprendido la lección?; entonces no será un problema determinar si aún se está colocando hoy, en esos mercados, en vez de colocar los dineros en opciones productivas rentables en el Perú, coadyuvando a generar empleo y mayor base de pensionistas con beneficio para el sistema privado.
Sobre el DÓLAR, en el 2008, se notó una defensa concertada de esa moneda en los países, para proteger sus reservas. En el Perú se agregó un periodo de descontrolada especulación liderada por los bancos que no fue controlada rápidamente; luego de un tiempo, como era natural, el dólar bajó. Hoy similarmente ocurre esa reacción de defensa; luego el dólar deberá nuevamente bajar y el futuro dependerá del control de las emisiones en EE.UU., que según parece será controlada; dependerá también si el gobierno americano prioriza la compra de “commodities”, especialmente oro y petróleo, y de bonos del tesoro de otros países, de manera que la sobre-emisión del dólar no genere inflación interna y más bien busque la mayor incidencia de stocks de dólares en otros países, obligando a su defensa. Un frenazo en la economía americana, es inevitable.
Cada país en Sudamérica, deberá manejar adecuadamente su política monetaria para proteger sus reservas y para no impactar demasiado los precios de sus exportaciones.
China, India y Corea podrán capear la crisis; Europa sufrirá, el Euro se debilitará y consecuentemente, los países Latinoamericanos.
Sería bueno tener una versión actualizada de los siguientes gráficos:
LBV

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