Sí … la crisis del sistema financiero internacional, es una oportunidad para el Perú; pero primero que nada hay que comenzar por sincerar el efecto de la crisis americana y global en nuestro país, particularmente en el sistema financiero peruano. Puede ser cierto que no haya efecto negativo como ya se sostiene en los medios de comunicación; pero bien podría ser cierto lo contrario. La respuesta la tiene la Superintendencia de Banca y Seguros, que debe dar cuenta de las acciones de control que se reconoce deben haber efectuado según lo expresado en “Memorandum del Gobierno Peruano al FMI” del 20/05/2005; Punto 16, pags. 13 y 14; suscrito por el Presidente (e) del BCR Oscar Dancourt y por el Ministro de Economía y Finanzas Pedro Pablo Kuzcynski
… La SBS se asegurará de que la supervisión consolidada sea efectivamente implementada, incluso para las operaciones off-shore. Al respecto, continuará aplicando requerimientos de capital elevados a los intermediarios financieros para las operaciones off-shore de alto riesgo, incluidas aquéllas sobre las cuales no se dispone de información completa. Más específicamente, se tomarán acciones de modo que todos los préstamos off-shore de alto riesgo, así como los préstamos sobre los cuales no se dispone de información completa, se cubran con reservas de capital o provisiones. …
Aquí se reconoce tácitamente que ese tipo de operaciones se venían (o se vienen) haciendo por bancos peruanos (incluso sin mayor supervisión) y por tanto quedan las siguientes preguntas por contestar: ¿han hecho operaciones en el mercado del dinero internacional?; ¿en qué magnitud?; ¿con qué?; ¿con “stand-by letter of credit” u otro tipo de garantías; tal vez hipotecarias? Si esto –como parece- es cierto, cuál es la situación de esa cartera, que a priori se podría afirmar no debe ser mala, pues si han incursionado en “programas de alto rendimiento” en mercados secundarios, la rentabilidad financiera debe haber sido altísima al punto de generar excedentes para cubrir sin problemas las provisiones correspondientes y haber dejado pingües beneficios para –se supone- las mismas entidades financieras, que a la vez deben haber rendido altos impuestos en beneficio de las arcas fiscales.
Bien, asumamos que el efecto en todo caso no sea significativo (la SBS debe tener los informes correspondientes al respecto), lo que puede ocurrir de aquí en adelante, es lo siguiente:
1. Las economías occidentales, especialmente los EE.UU. –luego de un salvataje que debe ser muy ajustado y condicionado (lo sabremos en las próximas horas)- van a cerrarse y buscarán crecer hacia adentro protegiendo sus industrias (aunque esto a algunos editorialistas liberales no les guste); se regulará más, consumirán menos, importarán menos (fundamentalmente lo que no producen), buscarán exportar lo más posible; y ello generará un desbalance en los tratados de libre comercio con los demás países. La guerra de Iraq cuyo efecto ha sido desbastador para la economía de los EE.UU., terminará con un esperado escenario Obama.
2. TLC.- Consecuentemente con esta crisis, las posibilidades de exportar para el Perú dentro del TLC con EE.UU. se verán ostensiblemente disminuidas. Sí tendremos ventajas para importar tecnología (maquinaria, equipos y servicios) en condiciones atractivas, para modernizar nuestro aparato productivo. El dólar bajará, nuestras exportaciones a EE.UU. serán más caras y las importaciones desde ese país más económicas. Será un TLC muy desbalanceado.
3. Crecimiento.- Perú es un país con grandes posibilidades para crecer hacia adentro remontando los índices de pobreza a través de la generación de empleo productivo desarrollando (con inclusión), proyectos principalmente en la agricultura, la agroindustria y los agro-combustibles; así como de valor agregado en la minería y la forestería. Podrá aplicar el Perú sus ventajas comparativas e incluso salir a la exportación competitivamente. Desarrollo de proyectos de generación hidroenergética serán –ahora sí- priorizados. Es tiempo de preparación mientras se recuperan los mercados.
4. Los minerales de exportación tendrán mercados receptivos, principalmente en China e India, cuyo crecimiento no se verá afectado por tener amplísimos mercados internos que atender. Será por tanto importante intensificar y consolidar la relaciones comerciales bilaterales con esos dos países, aprovechando la ventaja geopolítica del Perú por su ubicación en la cuenca del Pacífico y el inminente desarrollo del eje Perú-Brasil. Los mercados (países) del futuro mediato para el Perú son sin duda alguna: China, India y Brasil; y naturalmente los países Europeos que superarán más rápidamente el efecto de esta crisis, pues sus economías son -y serán ahora- más reguladas; y entonces, EE.UU.
5. El oro mantendrá una cotización entre los $700 y $800 por onza y se consolidará como patrón de una economía internacional que se re-acomodará con un barril de petróleo en el orden de $100.
Dentro de este contexto, no podemos seguir recetas tradicionales promotoras del “libertinaje de mercado” (disfrazado de “libre mercado”), propiciando p.e. un “mercado de tierras”, pues ello no funciona en el Perú; esto ya está harto demostrado. Hay que ir por el camino del DESARROLLO CON INCLUSION, que implica la captación de inversión (nacional o extranjera) dispuesta a asociarse con los poseedores (propietarios o posecionarios) de los activos productivos debidamente organizados; inversionistas hay muchísimos con deseo de ir por este camino y más bien no están dispuesto a comprar tierras por el riesgo social que ello implica; y porque en fundamento sus políticas de inversión privilegian el “desarrollo sustentable”.
Un desarrollo con inclusión intensivo, creará (consolidará) propietarios, generará trabajo extensivo diverso y multinivel; disminuirá la pobreza y crecerá el mercado interno en libertad. Naturalmente para ello es necesario un ESTADO PROMOTOR; y sin duda el Perú se irá gestando cada vez más como un país sólido en la exportación.
No cabe en un enfoque de desarrollo con inclusión como el que se propone, un manejo de la economía peruana bajo en concepto de tesorería conservadurista (si el término existe) que se dedica a hacer crecer y conservar la caja, recortando todo gasto o inversión. Es absurdo; nos llevará a una recesión peor que la de 1998. Se necesita un manejo de la economía promotora del desarrollo, cuidando no caer en excesos. Tampoco se trata de inyectar liquidez por inyectar y dejar que las “fuerzas del mercado” se acomoden (concepto liberal trasnochado) y den uso a esa liquidez. En un enfoque así, no habremos cambiado nada, se promoverá la “exclusión” y el mercado interno no crecerá, con lo que tendremos más de lo mismo, pero con una inflación de raíz monetaria y consumista a la que seguirán llamando “importada” (dicho sea de paso: el Perú no tiene por qué importar granos –que seguirán siendo subvencionados en EE.UU- los puede producir competitivamente y generar excedentes para exportar).
En el escenario propuesto, se requiere que leyes promotoras como la Ley 28298 (Marco para el Desarrollo Económico del Sector Rural) se consolide mediante su reglamentación, con lo que estará dando paso a las Empresas Productivas Capitalizadas (EPC) incluso comunitarias (EPCC), que con base a sus propiedades productivas, serán las que se asocien libremente con la inversión. Se requiere también que los excedentes de las rentas no usadas del canon, sobre-canon, etc … de los gobiernos regionales y locales en vez de estar estacionados (improductivamente en el Banco de la Nación), se apliquen en “Fondos de Garantía Regional – FONGAR Productivos” que promuevan el desarrollo de proyectos productivos (de dimensión pequeña y mediana) a través de esquemas de fideicomiso muy bien desarrollados y disponibles en COFIDE; abrir el sistema financiero hacia adentro, promover la “banca de inversión” en proyectos de infraestructura y productivos de mayor magnitud. Todo esto requerirá de la potenciación de la Bolsa de Productos como herramienta central para la comercialización y orientación de la producción en función de los mercados.
¿Es tan difícil entender esto?; o no se quiere entender y es mejor hacer oídos sordos y ojos ciegos.
Dios nos ayude, pero El sólo no lo hará si no nos ayudamos nosotros mismos. Un poco de cooperación (y por que no, solidaridad) competitiva.
LBV
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