domingo, octubre 04, 2009

El presidente García esta en lo correcto … pero está equivocado – Parte 2

por Luis Bravo Villarán (23 de Abril 2008)

El presidente del Perú Alan García Pérez, ha declarado enfáticamente el último lunes 21 de Abril con ocasión de la inauguración de un megacentro de GNV, que su política es apoyar el cambio energético con tecnologías limpias, identificando como tales, el gas natural y la generación hidro-energética … Correcto señor presidente.

A continuación dijo con claridad que en las próximas cumbres a realizarse en nuestro país, se pronunciará en contra de los biocombustibles y específicamente mencionó al etanol, por propiciar el incremento de los costos de los alimentos a nivel mundial y por originar que se disminuyan las tierras dedicadas a la producción de alimentos para producir combustible … Equivocado señor presidente.


Nosotros los peruanos nos dejamos llevar por la cantaleta extranjera y por los lobbies; y alguien o algunos hacen que nuestro presidente formule declaraciones como las realizadas el último 21 de abril, respecto a los biocombustibles, donde el Perú debe ser el Nº 1 del Mundo en productividad (por tanto el más competitivo), privilegiar su desarrollo y a la vez demostrar al mundo que aquí con los biocombustibles, lograremos mayor producción alimentaria por el incremento de tierras dedicadas al panllevar. ¿No se daría así mucho más trabajo a peruanos que lo que en ello puede o ha podido significar Camisea?; en el Perú lo que se necesita prioritariamente es TRABAJO sin generar inflación; ¿no habría para el presidente y los políticos en general mayor rédito con esta inteligencia?. El GNV debe dedicarse al uso doméstico, a la industria y a los vehículos livianos nuevos (además del transporte ferrocarrilero); y los biocombustibles -específicamente el biodiesel- al transporte público de pasajeros (autobuses) y al transporte de carga, comenzando obviamente con mezclas B5, B20, B50 .... Y el ETANOL? ... a la EXPORTACION, podemos ser los más competitivos del mundo y generar una fuente de ingresos de divisas muy importante para el país.

Claro está que si se genera más trabajo en el sector rural, a la vez que impulsamos los biocombustibles exportando el etanol y consumiendo internamente el biodiesel además del GNV, estaremos mejorando la balanza comercial de manera sustantiva por el incremento de la exportación y la menor importación de petróleo, alejándonos de la dependencia de este precio importado que se ha incrementado sin cesar en los últimos años.

Pero si además se hubiera tenido en vigencia leyes como la “Ley Marco para el Desarrollo Económico del Sector Rural – Ley 28298”, promulgada en el año 2004, no reglamentada hasta hoy (4 años después) y que se diera para preparar ese sector (el de mayor población y pobreza en el Perú) para el TLC, sin duda se hubieran desarrollado grandes extensiones de maíz amarillo duro y de trigo desde hace tres años, teniendo como consecuencia la no necesidad de importar estos productos que –a partir del 2006- comenzaron a incrementar sus precios internacionales, constituyéndose -este incremento- en el disparador de la inflación alimentaria en el Perú, por tener nuestro país que importar dichos productos. Si el gobierno hubiera actuado en ese sentido, no se hubiera impactado la inflación en la medida que se ha observado en los últimos meses, inflación que naturalmente se ha agravado por el precio del petróleo y las lluvias en la sierra que han impedido el normal aprovisionamiento de otros productos a las ciudades especialmente de la costa.

No es pues dable que se celebre que nuestros agricultores tengan supuestamente hoy, sustantivos mayores ingresos por el incremento de los precios internacionales del MAD y el trigo, pues el mayor incremento se queda en manos de los “habilitadores” intermediarios que son parte de un sistema casi criminal que usa y abusa de las necesidades de los agricultores a quienes conviene mantenerlos en niveles de productividad bajos, porque si así no fuera, no tendrían necesidad de recurrir a su financiamiento oneroso y esclavizante. Los habilitadores son –con los importadores- parte de un sistema excluyente, que ha originado -por efecto del interés y poder de unos pocos, la miopía de muchos y el desinterés de las mayorías- esta vorágine inflacionaria de los alimentos, que en el Mundo es estructural por efecto de la mayor demanda de China e India principalmente, pero de la que el Perú podría ser una excepción si los últimos gobiernos hubieran actuado con diligencia y transparencia en beneficio de los intereses de la población.

Sí se debe reconocer que el actual gobierno hace pocas semanas, convocó de urgencia a una comisión para reglamentar la referida Ley 28298 dentro de los siguientes 60 días (?) -estamos en el plazo- aunque el reglamento ya está prácticamente listo desde hace mucho tiempo; y hay que destacar también que por primera vez un ministro de agricultura declara sobre la necesidad de promover extensiones para la producción de MAD y trigo en el Perú. Si se logra poner en vigencia administrativa esa ley y en acción lo declarado por el ministro Benavides, nos pondremos en camino a reemplazar competitivamente la importación de esos dos productos y otros (como el algodón), terminar con los criminales habilitadores intermediarios y generar efectivamente mayores ingresos a los agricultores, sin necesidad de incrementar los precios de esos productos básicos a niveles internacionales para el consumo interno, pues se podrá generar abundante producción, a punto que el Perú podría convertirse en exportador de MAD e incluso de trigo a precios internacionales. ¿No es eso –la mejora de la balanza comercial por efecto de menores importaciones y mayores exportaciones- lo que se busca con los TLC’s?. Los importadores –por otro lado- podrían convertirse a través de una eficiente y transparente “Bolsa de Productos”, en operadores para la comercialización eficaz de esos y otros productos; y para su exportación. Eso es un país moderno y transparente con beneficio para las mayorías a través del desarrollo con inclusión. Las tierras están, el agua está, la inteligencia profesional y la fuerza laboral (el trabajo) están; sólo falta la decisión de promover inteligentemente el desarrollo.

Lo mencionado en el párrafo anterior es de urgencia precisamente porque la crisis alimentaria será prolongada en el Mundo y reitero, el Perú puede ser una excepción si acometemos con inteligencia y transparencia la promoción de los biocombustibles que darán trabajo productivo y estable a cientos de miles de peruanos hoy sub-empleados (profesionales), precariamente ocupados o desocupados, rebajando sustantivamente los alarmantes niveles de pobreza que aún se observan en nuestro país, a la vez de habilitar más tierras a la producción de alimentos, con un eficiente manejo de las aguas excedentes que año a año (más de 30,000 millones del m3) se van al mar, como bien se ha propuesto el actual ministro de agricultura. El gobierno del Perú podrá demostrar al Mundo en un escenario tal, cómo puede manejar eficientemente sus ricos recursos naturales, generando empleo y controlando la inflación, desligándose gradualmente de la importación del petróleo.

Pero cuidado, no todo es la producción, está además la crisis monetaria del dólar que afecta las economías de muchos países entre ellos el nuestro; de ello comentaremos en la Parte 3 del presente artículo.

Continua …

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