domingo, octubre 04, 2009

El presidente García esta en lo correcto … pero está equivocado – Parte 1

por Luis Bravo Villarán (22 de Abril 2008)

El presidente del Perú Alan García Pérez, ha declarado enfáticamente ayer con ocasión de la inauguración de un megacentro de GNV, que su política es apoyar el cambio energético con tecnologías limpias, identificando como tales, el gas natural y la generación hidro-energética … Correcto señor presidente.

A continuación dijo con claridad que en las próximas cumbres a realizarse en nuestro país, se pronunciará en contra de los biocombustibles y específicamente mencionó al etanol, por propiciar el incremento de los costos de los alimentos a nivel mundial y por originar que se disminuyan las tierras dedicadas a la producción de alimentos para producir combustible … Equivocado señor presidente.


Sobre la generación hidro-energética, nadie puede decir lo contrario (excepto los gobiernos anteriores que le cerraron la puerta al desarrollo de proyectos hidroeléctricos, para privilegiar –beneficiar- el desarrollo de Camisea). Hoy el actual gobierno reivindica esa fuente energética en la que el Perú es el tercer país del Mundo con mayor potencial de generación, después de EE.UU. y la antigua URSS.

Sobre impulsar el uso del gas natural, no cabe duda que debe hacerse, si al Perú le sobra ese combustible no-renovable, según declaran el mismo presidente y su ministro de energía y minas. Tan importante es impulsar el uso del GNV para vehículos, que han instaurado el “bono del chatarreo” para transformar la flota liviana de servicio público de pasajeros (taxis), lo cual es correcto; y además han congelado el precio de ese combustible en menos de S/.5.00 hasta el 2011; no dicen, qué pasará entonces y cabe la pregunta: ¿se resolvió la cláusula de reajuste del contrato de Camisea para que no se ajuste con el precio internacional del petróleo?; porque si ello no se ha logrado según ofreció el mismo presidente García el día que asumió el poder, el precio del GNV, será una “espada de Damocles” para quienes lleguen a ese año con su carro transformado (si llegan bien porque según sostienen los técnicos, el desgaste del motor –culata- es muy acelerado debido a que el GNV tiene 135 octanos) y entonces ya no les quede otro remedio a los sufridos usuarios que pagar el precio del GNV que les pongan. Así, esto que ahora parece ser correcto, a la larga podría ser equivocado.

Sí es correcto impulsar y promover el uso del gas natural en la industria y en el transporte ferroviario. No es lo mismo para el transporte pesado (público de pasajeros y de carga) pues entonces las municipalidades, los gobiernos regionales y el gobierno central, deberán reforzar todas las pistas del país (ciudades y carreteras) como se ha debido reforzar la pista de la vía expresa del Paseo de la República de Lima, para soportar el peso de los autobuses a GNV que por allí transitarán. Se han preguntado el alcalde de Lima ¿cómo quedarían las débiles y ya destruidas pistas de la capital por el transporte corriente, si por allí tuviesen que transitar autobuses a GNV que tienen un sobrepeso enorme por el tanque de combustible?. Impulsar el uso de GNV para autobuses y vehículos pesadod, es equivocado.

Sostener que el GNV baja las emisiones y mejora el ambiente, es correcto; sostener que ello no lo es tanto con los biocombustibles, es equivocado. El GNV debe compararse con el biodiesel que excepto por el NOx para el B100 que se corrige con un aditivo de bajo costo, contamina sustantivamente menos que el GNV en todos los gases emitidos. Los interesados en el GNV, hablan sólo de la menor contaminación del producto final, no hablan para nada de la agresión al medio ambiente que se origina para extraer el gas natural. Por otro lado, mientras los biocombustibles son de fuente renovable, el gas natural es un combustible no-renovable.

Sostener que los biocombustibles han generado el encarecimiento de los alimentos a nivel internacional, es parcialmente correcto; el encarecimiento es estructural debido a la mayor demanda por alimentos (de India y China principalmente) y no a una menor oferta internacional (la que no se ha incrementado, pero que tampoco ha disminuido ostensiblemente); y eso va a durar mucho más de lo que dicen las predicciones.

Sostener que la inflación de precios en los alimentos en el Perú se debe al mayor precio del maíz amarillo duro (MAD) y del trigo importados, es correcto. Sostener que somos víctimas por ello de una “inflación importada”, no sólo es equivocado, es falaz. De esto nos ocuparemos con detalle en la segunda parte de este artículo.

Producir etanol a partir del maíz, es absurdo pues el balance energético es negativo; producir etanol con zafra y quema es contraproducente pues, además del trato inhumano a los trabajadores, se está contaminando para producir un producto –el etanol- cuyo objetivo es precisamente lo contrario.

Errores de otros países en el manejo de sus recursos naturales, no pueden negar al Perú un producto que en corto plazo puede ser estrella en la agro-exportación como es el etanol, para cuya producción, se deberán observarse algunas condiciones fundamentales:

1. Deben habilitarse tierras marginales (gran potencial en la costa peruana, sin tocar un centímetro cuadrado de tierras dedicadas a la producción de alimentos)
2. Deben usarse excedentes de agua que hoy se van al mar (más de 30,000 millones de m3/año en la vertiente del Pacífico); no debe tomarse agua del riego regulado en ningún valle de la costa.
3. Debe preverse manejo mecanizado (no debe haber zafra ni quema de caña), con lo cual no hay trabajo inhumano y no se da la paradoja de contaminar quemando para producir un biocombustible destinado a mejorar el medioambiente (como ocurre en Brasil).

Todas estas condiciones son únicas en la costa peruana, donde podemos habilitar por lo menos 1 millón (sino 2) de arenales con riego tecnificado en los próximos 10 a 20 años dependiendo de la inversión (ya hay una muestra positiva de alta productividad en Laredo que nadie puede refutar, sobre 200 ton/ha). Para ello ayudará mucho el DL 994 dado por este gobierno y los dispositivos que dé el MINAG para el uso de aguas excedentes. El Perú puede poner en el mundo el etanol con el menor costo de producción (sustantivamente menos que Brasil), por tanto ser más competitivo, con un agregado que no se da en otros países: SE INCREMENTARAN SIMULTANEAMENTE LAS AREAS PRODUCTIVAS DE PANLLEVAR; es decir, habrán más tierras para alimentos de las que hoy podemos imaginar, debido precisamente al enriquecimiento de suelos hoy áridos e inútiles. Aquí sin duda tienen cabida tecnologías de generación energética limpias como p.e. la eólica. En ese camino está el gobierno actual al racionalizar por fin, el manejo de las aguas en los valles de la costa.

Pero como nosotros los peruanos nos dejamos llevar por la cantaleta extranjera y por los lobbies, alguien o algunos hacen que nuestro presidente formule declaraciones como las de ayer, respecto a los biocombustibles, donde el Perú debe ser el Nº 1 del Mundo en productividad (por tanto el más competitivo), privilegiar su desarrollo y a la vez demostrar al mundo que aquí con los biocombustibles, lograremos mayor producción alimentaria. ¿No se daría así mucho más trabajo a peruanos que lo que en ello puede o ha podido significar Camisea?; en el Perú lo que se necesita prioritariamente es TRABAJO sin generar inflación; ¿no habría para el presidente y los políticos en general mayor rédito con esta inteligencia?. El GNV debe dedicarse al uso doméstico, a la industria y a los vehículos livianos nuevos (además del transporte ferrocarrilero); y los biocombustibles -específicamente el biodiesel- al transporte pesado (comenzando obviamente con mezclas B5, B20, B50 ...). Y el ETANOL? ... a la EXPORTACION, podemos ser los más competitivos del mundo y generar una fuente de ingresos de divisas muy importante para el país.

Continua …

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